miércoles, 4 de marzo de 2009

ARTE URBANO Y LA PERSISTENCIA DE LAS ARTES TRADICIONALES:

MANIFESTACIONES CONTEXTUALES ENSAYO
Puede que resulte anacrónica la formación impartida en la Escuela y para sostener esta idea basta señalar que lo que uno aprende generalmente corresponde a la mera técnica de tal o cual oficio- xilografía, litografía, talla en madera o piedra- o bien uno puede absorber muchos datos acerca de la historia del arte con un enfoque aun evolucionista y casi del todo formalista, sin mucha profundización en cuestiones estéticas, teóricas ni filosóficas que nos ayuden a entender los sucesos anteriores y como consecuencia los hechos actuales. Proyectando este panorama aún más allá, las derivaciones son la incapacidad de comprender ese mundo complejo de causas del ayer, del ahora y de lo que puede ser; de no lograr integrarnos a este mundo del arte contemporáneo como productores eficientes de un algo correspondiente al contexto. Palabra clave ahora si vamos ha hablar de lo que significa el arte urbano, pero antes de ello quiero terminar de aclarar nuestra posición como estudiantes (aun) respecto a este próximo problema al que nos enfrentaremos y que viene siendo el tema de este ensayo. Este problema aparece contundente cuando al salir al mundo, descubrimos para que sirve realmente toda la técnica en la que muchos probablemente nos especializamos durante los escasos tres años de “experimentación visual”- nombre con el cual se designan a los talleres en el plan de estudios- y al mismo tiempo aunque un poco tarde, que las cuestiones tienen que ver mas con concepto de estrategia y metodología que con las meras disciplinas, o bien preguntarnos que hacemos particularmente que refleje una perspectiva de los ordenes que competen a la sociedad y para qué. En cuanto al arte contemporáneo puedo percibir múltiples y muy variadas manifestaciones. Podríamos separarlas e intentar organizarlas por lo que formalmente son, o por los procedimientos o conceptos con los que construyen la obra, y probablemente comprenderíamos el fenómeno al que nos enfrentamos mientras no caigamos en discusiones de estilo o aceptación. Si bien las bifurcaciones oscilan en la combinación de disciplinas como por ejemplo la pintura con la escultura o la fotografía; como una combinación de lenguajes y contenidos conceptuales; las que parten de la inserción del concepto o conceptos del arte al espacio no institucionalizado, público, de su intervención e interacción y cuyo registro es legitimado también como obra por parte de las instituciones al retornar a ellas entre muchas otras. Independientemente de los valores que se manejan y que me resultan aun difusos, en todas estas posibilidades suele existir un factor común, que es al que me referí como contexto. Muchas poseen un carácter crítico y reflexivo en cuanto un asunto social, y no solo en la acepción literal de la palabra, pues como venia diciendo hay artistas que plantean aspectos políticos, culturales, económicos, estéticos, desde el campo del arte. Y siguen teniendo su importante lugar las valoraciones formales a manera de lenguajes me atrevo a decir plásticos del objeto pero en función del discurso del artista y de la obra bajo la estructura social. El arte contemporáneo parece tener una función reflexiva. El arte considerado urbano se caracteriza por utilizar el contexto ya sea como espacio donde sucede la acción del artista o porque contempla su medio como fundamento y motivación para la producción, el que considera los aspectos del orden social como dije hace un momento. El asunto es que la sociedad esta conectada permanentemente y además cómo diferenciar al arte urbano del que se mantiene en valorizaciones formales y fundamentos estéticos como la de origen pos-mo (imagen 1)-las relecturas.
El hecho de que la mayor parte de nuestra sociedad siga aceptando manifestaciones tradicionales o academisistas y pobres como arte y que por esto mismo las legitiman es un aspecto negativo que puede tomar otro curso. Los espacios por los que se difunde el arte contemporáneo no son escasos sino poco difundidos. Empero, en este año se inauguró un nuevo espacio en una de las Instituciones con mayor influencia en la opinión pública, el Museo de Arte Contemporáneo de la UNAM, del que se ha hecho critica, y convertido en conocimiento popular, actualmente es uno de los museos más visitados. No cabe duda que la “curiosidad” trae beneficios. Debido a la manipulación de la información por parte de otros poderes institucionales como los medios de comunicación, se da la posibilidad de que esa otra parte de la sociedad mayoritaria comience su confrontación con el arte contemporáneo.
El MUAC atrae estos beneficios y sin embargo aun existen ciertos inconvenientes que son los motivos de critica, tal es el caso de la arquitectura en la que se reflejan aun valores modernistas, pero para no entrar en màs controversia prefiero mencionar un asunto de mayo relevancia. La parte interesante no esta en si se vuelve al círculo de legitimaciones y elitismo social en el que el arte cae siempre, ni mucho menos que se llegue a entender como ya lo habia mencionado un problema de aceptar lo uno y negar lo otro, sino que está en entender como operan todas las variantes, en como pueden coexistir, y ya con una visión idealista del asunto, saber que son, bajo que estructura funcionan y que podrán llegar a ser, punto escencial para la nueva propuesta- entendiendo este último termino como algo análogo a otras posibilidades- en nuestro campo (ver imagen 2).

Imágen 2, Julie Mehretu.
Imagen 1, Peter Jensen.








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